El público que gusta de las canciones de Alejandro Sanz vivió el sábado una noche mágica en el Estadio Quisqueya Juan Marichal al conectarse con el halo musical de la carrera del cantautor español, luego del apagón de dos años que provocó la pandemia.
El artista de “Corazón Partío (1997)”, que tenía desde 2019 sin visitar el país y volvió para celebrar sus 30 años en la música con su Gira A 2022, demostró que el cariño y el aprecio de los dominicanos hacia él se mantiene como la roca: fuerte, fiel y firme.
Desde que Sanz vocalizó “Hoy que no estás (1997)” y “Back in the city (2019)”, los dos éxitos con los que arrancó, el público jamás cedió con los gritos de emoción, mostrándose eufórico, pero sobre todo acaramelado, enamorado y rendido ante los pies del madrileño.
El inicio de la noche mágica
Eran las 8:00 de la noche y la arena se encontraba completa, aunque por las puertas de acceso todavía seguían entrando personas.
Apresurados, sentados a la expectativa, buscando los asientos, preparando las cámaras de los celulares, tomándose fotografías y equipándose de soda, agua y alcohol estaba la multitud que quería revivir viejos tiempos.
No pasaron bien 10 minutos cuando subió al escenario el dominicano Diego Jaar (exparticipante de la última edición de Dominicana’s Got Talent), quien fue la contraparte local de Sanz.
Jaar interpretó su canción “La de amor” y otras dos logrando que el público se terminara de acomodar y se alistara para recibir a Sanz.
El escenario, que no era tan grande, lo adornaban luces de colores, los flashes de las cámaras del público, las pantallas titánicas dispuestas en todo el escenario, el coro y los músicos.
El concierto inició a tiempo y rápidamente el vocerío consumió el campo cuando se vio salir a Sanz del lateral izquierdo del escenario vestido de negro y con su guitarra en la mano.
Se adueña del corazón del público
“Deja que te bese” (2017), una canción en colaboración del cantante estadounidense de salsa Marc Anthony, “El alma al aire” (2000), “Hoy llueve, hoy duele” (2003) y “Mi marciana” (2012), fueron las canciones con las que el artista se adueñó de los corazones de los ocho mil dominicanos allí presentes.
Sanz lo entregó todo cantando estos temas y los fanáticos también lo asumieron. Saltaban, levantaban los brazos hacia arriba y bailaban como si no hubiese mañana.
Tras cantar esas cuatro composiciones, el madrileño agradeció por la oportunidad de cantar “en este país bendito” y externó la felicidad que le causaba que tres dominicanos estuvieran formando parte de la banda.
“Quiero dar las gracias, primero porque tengo la oportunidad de cantar aquí en este país bendito, muchas gracias, de verdad, por recibirnos”, dijo… “además porque aquí en la banda tenemos a tres dominicanos: Crhis (pianista), Helen (baterista) y Karina (coro)”, fueron sus palabras.
Con “Mi marciana” ocurrió algo inesperado. Sanz finalizó el tema entonando un trozo de la popular canción del cantautor dominicano Juan Luis Guerra, “Burbujas de amor”.
“Quisiera ser un pez”, cantó el artista y la fanaticada se estremeció, pero Sanz continuó con el espectáculo.
Para las canciones “Looking for Paradise” (2009), una de las conquistas de Alicia Keys, y “Mi persona favorita” (2019) en la que colabora con la artista cubana Camila Cabello, la dominicana Karina formó un dueto con el artista. Estas fueron dos de las canciones que más se disfrutaron los fanáticos, ya que la química entre Karina y Sanz conmovió al público.
“Lo que fui es lo que soy” (1991), “Cuando nadie me ve” (2000), “Te canto un son” (2019), “Amiga Mía” (1997) y “Yo no quiero” (2021) fueron otras de las baladas que incluyó el acto y que el público cantó al unísono y hasta más no poder.
Sanz estaba sorprendido por la fanaticada, que no paraba de gritar y vociferó con su acento madrileño bien marcado y en un tono gozoso: “esa energía que tiene República Dominicana me gusta, te pillé”.
Un cierre con broche de oro
Dos horas y un poco más, a petición del público, duró Sanz cantando sin parar sus éxitos.
El artista dio un cierre con broche de oro con la canción “Corazón partío”, pero cuando él pensaba que había terminado, la multitud sintió lo contrario, no le parecía suficiente y pidió más.
Sanz se había retirado del escenario junto con su grupo de músicos y las luces se apagaron. Permaneció así por unos 20 segundos.
No se resistió y salió nuevamente al escuchar los gritos desesperados de los dominicanos.
“Viviendo deprisa” (1991), “Lo ves” (1995), “Si fuera ella” (1997) y “Ese último momento” (1997) fueron los últimos que el artista tocó y canto.
Solitario… se sentó con su piano en “Lo vez” y el público le brindó un minuto de silencio para homenajearlo. Y “hasta la luna nos sonríe”, dijo en medio de “Si fuera ella”.
Ahí quedó la noche. Sanz agradeció a sus fanáticos por el cariño y compartir una noche inolvidable.
VIA: Listín Diario.